José es posiblemente uno de los santos más importantes de la Iglesia Católica y, de hecho, el rosario de San José es uno de los que goza de mayor devoción entre los feligreses católicos. El rosario o coronilla a San José puede ser rezado para pedir al padre adoptivo de nuestro Señor Jesús su ayuda al momento de afrontar situaciones difíciles.
Los devotos del santo rosario de San José le tienen mucha fe, ya que ha demostrado ser una poderosa oración para todo caso de gran necesidad, como una enfermedad, situaciones difíciles y más. Este rosario no solo asegura la ayuda de San José, sino también de Cristo y de nuestra Santa Madre María.
Cómo rezar el rosario de San José
Para rezar el Santo rosario en honor a San José seguiremos los siguientes pasos:
- Señal de la Cruz “en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén”
- Iniciamos la oración a San José
- Primer Misterio
- Meditar sobre “lo justo que fue José ante los ojos de Dios”
- Rezar un Padre Nuestro.
- Rezar diez Ave María.
- Rezar una Gloria.
- Segundo Misterio
- Meditar sobre “José, el esposo virginal de María”
- Rezar un Padre Nuestro.
- Rezar diez Ave María.
- Rezar una Gloria.
- Tercer Misterio
- Meditar sobre “La huida de José con su familia”
- Rezar un Padre Nuestro.
- Rezar diez Ave María.
- Rezar una Gloria.
- Cuarto Misterio
- Meditar sobre “José como guía y líder de la sagrada familia”
- Rezar un Padre Nuestro.
- Rezar diez Ave María.
- Rezar una Gloria.
- Quinto Misterio
- Meditar sobre “La paciencia de José al encontrar a Jesús en el templo”
- Rezar un Padre Nuestro.
- Rezar diez Ave María.
- Rezar una Gloria.
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Rosario de San José
La devoción por el rosario de San José, esposo de la Virgen María y padre adoptivo de nuestro amado Señor Jesucristo, comenzó en 1871 cuando su santidad, el Papa Pío IX, proclamó su decisión de promover la devoción a José como Santo católico. Esta acción fue presentada en un breve llamado Inclytum Patriarcham, donde además se hace un llamado al pueblo cristiano a acudir a San José con piedad y confianza.
Este rosario está conformado por 5 misterios que nos llevan a rememorar la vida de José, fiel esposo de nuestra Madre María y hombre de valor que de manera perfecta asumió la protección y crianza de Jesús en sus etapas de infante, además de ser su más fiel seguidor de un Cristo a quien reconoció como su Señor e hijo de Dios.
¿Por qué rezar el rosario de San José?
José es un gran ejemplo de un hombre correcto y muy trabajador. Su vida está llena de mucho esfuerzo para asegurar el bienestar tanto de María como de Jesús. A él podemos acudir por dificultades en el trabajo, basta con demostrar nuestra total fe y devoción con el poderoso rosario de San José Obrero.
Como ya lo decía el Papa Pío IX, y lo rectificaba Juan Pablo II, José, en su vida, superó muchas pruebas para ganarse siempre la bendición de Dios, por lo que es capaz de ayudarnos con su poderosa gracia y bendición a solucionar los casos más difíciles. Por esto, desde la Iglesia, se considera que para el rosario de San José no existen casos imposibles.
También podemos pedir a San José su iluminación para ser esa guía de nuestra familia o tener la fortaleza para ser el impulsor de nuestros allegados. San José, de la casa de David, nos enseña el verdadero modelo de un padre ejemplar, pero también el de hijo de Dios, responsable y bondadoso.
Antes de saber cómo rezar el rosario de San José, es necesario conocer los misterios que lo componen. Como ya hemos dicho, son 5 en total, los cuales repasaremos y daremos a conocer a continuación:
Primer Misterio a San José
En Mateo 1, 18-21,24 podemos leer y conocer detalladamente el nacimiento del Señor Jesucristo, pero más allá de eso, lo importante es entender que, al momento en que María concibió en su interior al hijo de Dios, José, aunque no podía creer la historia del todo, tampoco se atrevió a juzgar o denunciar a su prometida.
José, en su inmensa bondad y fidelidad a Dios, supo poner su orgullo a un lado para aceptar que su prometida ahora llevaba en sí a una criatura celestial que vendría al mundo a traer luz y a salvarnos de la perdición eterna, porque esa era la voluntad de Dios.
Esto nos hace pensar en que no somos más que piezas que tienen que sujetarse a la voluntad de Dios, pues Él tiene un plan para cada uno y, cuando cumplimos con su voluntad, nuestra alma se acerca a su gloria eterna, ganándonos así un puesto en el Reino de los Cielos.
Segundo Misterio a San José
José tuvo la virtud de aceptar a María como la madre del salvador y con ello aceptó ser su fiel compañero y apoyo en la castidad, entendiendo que el matrimonio es una unión que va más allá de las necesidades carnales, y con esto nos da un ejemplo a todos sobre la santidad y la castidad en la relación.
La virtud para poder vivir bajo el manto de pureza y la castidad antes del matrimonio, pues esto es lo que une a dos personas para amarse, cuidarse y entenderse mutuamente, tanto en la salud como en la enfermedad, porque esta es la base de toda buena institución cristiana, que es todo matrimonio entre bautizados y devotos.
Tercer Misterio a San José
Tal y como se refleja en Mateo 2, 13-15, Herodes, al enterarse del nacimiento del Mesías, mandó a erradicar a todos los recién nacidos y un ángel de Dios se lo advirtió a José y, sin dudar en ningún momento, se llenó de valor para escapar hacia Egipto, tal y como le había indicado el ángel.
En su huida con esposa e hijo adoptivo, José sabía que tendría muchos obstáculos, pero puso su fe en Dios y este guio cada paso para que lograra llegar hasta su destino predilecto, pese a las adversidades que suponían en aquel momento. La valentía de José es la de un padre y esposo que ama a su familia.
Cuarto Misterio a San José
Luego de la muerte de Herodes, José y su familia viajaron de vuelta a la ciudad de Nazaret, donde Jesús comenzó a crecer y a mostrar su gran sabiduría ante todos, comenzando a ganarse la admiración y respeto de muchos, sobre todo de su padre, a quien se le atribuyó el notable y rápido crecimiento y madurez del pequeño Jesús.
Un padre es una pieza muy importante en el desarrollo de todo niño y niña, y su presencia es un pilar fundamental en la familia, que a su vez es una extensión de la fe hacia una sociedad que cada día requiere más de hombres capaces de proclamar a Dios como salvador.
Quinto Misterio a San José
En Lucas 2, 41-43 se recuerda un pasaje bastante conocido de la vida de Jesús, el momento en que sus padres van a Jerusalén para las fiestas de Pascua, pero este no les sigue de regreso a Nazaret, sino que se queda y, al darse cuenta, José y María vuelven de prisa para buscarlo.
Cuando los padres del Señor llegan a Jerusalén, encuentran al pequeño Mesías de 12 años predicando la palabra de Dios en un templo de la localidad. Ante esto, José actuó de la mejor manera, calló y sintió la tranquilidad por hallar a su hijo, pero además le reconfortó que el pequeño asumiera el papel que su padre celestial le había dado.